La Cámara de Diputados volvió a sacudirse este martes con un movimiento que reconfigura el tablero político nacional: tres legisladores de Catamarca, alineados con el gobernador Raúl Jalil, formalizaron su salida del bloque de Unión por la Patria (UP) y anunciaron la creación de un espacio propio. La decisión desencadenó una fractura inédita en la representación peronista y, al mismo tiempo, permitió que La Libertad Avanza (LLA) se quedara con la primera minoría en la Cámara baja.

El nuevo bloque, que llevará el nombre “Elijo Catamarca”, estará presidido por Sebastián Nóblega e integrado además por Fernanda Ávila y el diputado electo Fernando Monguillot. La movida irrumpió en la antesala de la sesión preparatoria en la que se definirán autoridades internas y el reparto de comisiones, un momento clave para el funcionamiento legislativo del próximo período.

La salida de los catamarqueños se enmarca en un proceso más amplio de reposicionamiento de gobernadores del Norte Grande, quienes desde hace meses cuestionan el predominio del AMBA en las decisiones partidarias y buscan instalar una agenda federal. La presencia de Jalil en ese armado regional —del cual también forman parte mandatarios como Gustavo Sáenz (Salta), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Hugo Passalacqua (Misiones)— fortaleció la estrategia que ahora se traduce en gestos concretos dentro del Congreso.

Mientras el peronismo asimilaba el impacto, LLA capitalizó el reordenamiento: la incorporación del entrerriano Francisco Morchio, de extracción frigerista, llevó al oficialismo libertario a 95 escaños, cifra que supera por uno a la bancada peronista tras la ruptura catamarqueña. El corrimiento de apenas un diputado instaló un nuevo equilibrio de poder en la Cámara, con efectos inmediatos sobre las negociaciones de cara a la próxima sesión.

En paralelo, aún persiste el interrogante sobre el rol que asumirá el bloque santiagueño. El gobernador Gerardo Zamora, anfitrión de la última cumbre del Norte Grande —en la que Jalil asumió la presidencia regional—, todavía no definió si mantendrá a sus legisladores dentro de UP o si replicará el camino de Catamarca. Su decisión podría profundizar aún más el quiebre en el peronismo parlamentario.

En Catamarca la situación también quedó partida. Claudia Palladino, diputada electa y cercana a la exgobernadora Lucía Corpacci, será la única representante provincial que permanecerá dentro de Unión por la Patria. La dirigencia corpaccista retuvo su alineamiento, marcando la distancia política que la exmandataria sostiene con Jalil.

El movimiento de Jalil no se limita al terreno legislativo. El Gobierno nacional le ofreció recientemente el traspaso de YMAD, una empresa minera estratégica y con autonomía financiera, a la administración provincial, lo que en la política local se leyó como una señal de acercamiento con la Casa Rosada.

En el Senado, la reconfiguración ya estaba en marcha: el catamarqueño Guillermo Andrada participa del bloque “Convicción Federal”, junto a legisladores de Jujuy, La Rioja y San Luis, un espacio que también tomó distancia del kirchnerismo más duro.

La fractura abierta en Diputados constituye, así, un nuevo capítulo de la disputa interna del peronismo por su conducción y por la orientación futura de su estrategia nacional, mientras los gobernadores del Norte Grande consolidan un protagonismo propio en el escenario institucional.

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