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Una grave situación institucional sacude al Instituto Superior San Martín, donde una docente fue despedida de manera intempestiva a solo cuatro días de la evaluación del cuatrimestre y a 4 semanas de la finalización del cursado.
La medida provocó sorpresa entre estudiantes, quienes quedaron sin la continuidad pedagógica necesaria para cerrar el ciclo académico.
El conflicto se originó tras una denuncia de hostigamiento realizada por la docente a inicios de septiembre hacia una alumna (de aprox.40 años) recursante desde hace 5 años aproximadamente, cuya conducta generaba malestar y temor dentro del grupo (en alumnos de entre 20 y 22 años). Lejos de ofrecer contención y protección, la respuesta institucional derivó en una serie de presiones hacia la denunciante.
En un episodio preocupante, la docente fue llevada de manera engañosa a una oficina del establecimiento, donde permaneció retenida bajo insistentes intentos de convencerla para que renuncie, en presencia de un abogado, amistad de la institución de apellido Vera. Este episodio, hacia la docente , se describe como un acto de coerción y vulneración de derechos laborales, y refleja un preocupante y cuestionable manejo por parte de la conducción.
Los hechos fueron oportunamente denunciados ante el Ministerio de Educación, que intervino llamando la atención a las autoridades del establecimiento. Sin embargo, al tratarse de una institución privada, el organismo no pudo impedir el despido.
Además, la experiencia reciente evidencia problemas en la calidad académica y el manejo institucional: se envía a autoridad académica a observar una clase con el único objetivo de perjudicar docentes , y al ser consultada (la autoridad académica)por un contenido básico de matemáticas- el signo «(Σ)» de sumatoria – la autoridad académica respondió no conocerlo, justificando su desconocimiento por haber estudiando en un pluriaño en el campo. Esta situación genera dudas sobre la preparación académica del personal y la supervisión pedagógica del Instituto, y refuerza la necesidad de considerar cuidadosamente si este establecimiento es recomendable para estudiantes recién egresados de secundaria.
El desenlace resulta lamentable no solo por la falta de respaldo hacia la docente, sino también por el impacto en los estudiantes, muchos de los cuales hacen grandes esfuerzos para pagar sus cuotas y continuar sus estudios. Una vez más, la conducción del Instituto Superior San Martín demuestra priorizar el aspecto económico por encima del bienestar y la formación integral de su comunidad educativa.
Proteger verdaderamente a los alumnos implica también cuidar y respetar a los docentes que los forman.
Cuando el silencio y la presión reemplazan al diálogo y la justicia, toda la educación pierde.
Los reportes son mensajes enviados libremente por nuestros lectores, y sus conceptos no son necesariamente compartidos por el diario San Fernando Digital.