El Gobierno nacional intensificó las conversaciones para concretar el traspaso de Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD) a la provincia de Catamarca y a la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). La iniciativa se debate en paralelo con la discusión del Presupuesto 2026 y forma parte del paquete de reformas promovido por el presidente Javier Milei.
El gobernador catamarqueño, Raúl Jalil, mantuvo un encuentro decisivo con la secretaria Legal y Técnica, María Ibarzábal, con el fin de avanzar en un proyecto de ley-convenio que garantice a la provincia mayores regalías, participación en futuras sociedades mineras y una parte de las utilidades. Según fuentes oficiales, las negociaciones ya estarían avanzadas en un 70 %.
Desde Catamarca destacan que este traspaso le permitiría negociar directamente con compañías mineras y acelerar nuevos proyectos metalíferos y de litio, aprovechando el amplio mapa exploratorio de YMAD. En paralelo, la UNT sostiene su posición histórica, dado que fue la institución que originalmente exploró las principales vetas.
Para concretar el traspaso, se requiere un acuerdo entre tres partes: Catamarca, la Nación y la UNT, ya que la universidad jugó un rol clave desde el descubrimiento de los recursos. Aunque los yacimientos se encuentran en territorio catamarqueño, la UNT defiende su derecho a participar activamente en la explotación.
YMAD, fundada en 1959, tiene una estructura societaria tripartita. Participan la provincia, la universidad y el Estado nacional. Actualmente, Catamarca ha acordado retener la designación exclusiva de la presidencia de la empresa.
La compañía desempeña un papel central en proyectos emblemáticos como Bajo de La Alumbrera. En el primer trimestre de este año, YMAD reportó ingresos superiores a $22.000 millones, mientras que su plantilla creció hasta 542 trabajadores. Estos datos refuerzan el valor estratégico que tiene para Catamarca y para la UNT.
El avance del traspaso se da en un contexto político delicado. En Diputados, existe la posibilidad de una ruptura dentro del bloque de Unión por la Patria, lo que podría dar lugar a la formación de un bloque propio encabezado por legisladores afines a Jalil. Este nuevo bloque podría apoyar el Presupuesto 2026, alineándose con la estrategia del Ejecutivo nacional.
Desde la provincia sostienen que el traspaso de YMAD permitiría que la Nación abandone definitivamente el control de la empresa. A cambio, Catamarca y la UNT ganarían autonomía para desarrollar sus propios proyectos mineros, maximizar sus ingresos y fortalecer su papel en la industria extractiva.
En resumen, la negociación entre las partes avanza con optimismo, pero no sin desafíos: institucionales, operativos y políticos. El acuerdo final podría marcar un antes y un después en la relación entre el Estado nacional, la universidad tucumana y la provincia catamarqueña, redibujando el mapa de la minería en Argentina.










