Alumnos de escuelas y colegios, turistas y catamarqueños disfrutaron la mañana del jueves, primer día de la Feria del Libro 2025, con la palabra, el juego y el canto, en el Centro de Arte y Tecnología Aplicada (CATA) y en el Cine Teatro Catamarca. Los públicos participaron en las actividades y los talleres que se desarrollaron en los diferentes espacios.
Entre los momentos más destacados, estuvo la presentación de la novela de suspenso «Mi Yo», de estudiantes de cuarto año «A» del Colegio Quintana. Los protagonistas explicaron que se trata de un libro «donde el personaje tiene una doble personalidad: uno es el caos y el otro es el orden». El libro relata la historia de Marcos, el personaje principal, quien le da vida a las 50 páginas que tiene la obra. Este proyecto fue realizado durante tres meses y contó con la intervención creativa de todos los alumnos del curso.
Estudiantes del ciclo básico del Instituto Superior Enrique Guillermo Hood hicieron lo propio. En esta ocasión, dieron a conocer sus novelas, cuentos, fábulas, poesías y obras teatrales, obras que se hicieron con el proyecto «Escritores Nóveles» de la institución. «Es una experiencia hermosa, para nosotros muy importante, para nuestros estudiantes, para las familias», indicaron los directivos, que acompañaron a los alumnos en la presentación.
El taller de Pop Up, de Pablo Gurovich, despertó la creatividad de niños y de niñas. Combinó la literatura con el arte y la manualidad. Los participantes elaboraron figuras móviles y tridimensionales, que luego se las llevaron como recuerdo. De esta manera, se incentivó la curiosidad y el espíritu de aventura. «La intención era jugar un poquito con lo que es el libro, con las formas, con los relieves. El efecto que uno quiere volver a causar con los libros y la lectura es que abran un libro y que les cause asombro, que les de curiosidad. A los chicos les gustó mucho. Hemos traído figuras de mariposas, de mándalas, de superhéroes, y cada uno se llevó su propio librito. Eso los hace protagonistas, los acerca a tener ese cariño por los libros. Esta Feria del Libro es fundamental para nuestros chicos. Hacer esta Feria los vuelve a la creativo, a la curiosidad, y a ser protagonistas», comentó Gurovich.
Los profesores Armando Molas y Luis Ramos le dieron música a la mañana, y también invitaron al público a sumarse al rescate de la copla y de la vidala. En esta actividad, los visitantes de la feria pudieron cantar y tocar los instrumentos junto a los talleristas. «Lo que nosotros queremos hacer es un rescate de la copla y de la vidala, que es algo nuestro, que tiene que ver con Catamarca. Por eso, hemos decidido trabajar desde las coplas de Juan Alfonso Carrizo, que es el mayor recopilador de coplas de toda Latinoamérica y es catamarqueño, nacido en Fray Mamerto Esquiú. La idea es que puedan determinar un ritmo, que sepan cómo se llama ese ritmo, y a qué lugar de la Argentina pertenece. Lo que más buscamos es hacerles llegar esto que está olvidado muy olvidado, que es la vidala y la copla que tienen que ver con nuestro acerbo cultural. Los chicos cantaron coplas, estamos más que felices. Es muy lindo verlos a los chicos cómo se han entusiasmado con los instrumentos, fue muy emocionante», concluyeron Molas y Ramos.
Durante la mañana del jueves visitaron la Feria del Libro estudiantes de los colegios Quintana, Enrique Hood, Nacional, Senet, Montessori y las escuelas 247 y municipales.










