Ser del pueblo o ser el pueblo. CFK presa, sí, pero con pruebas de verdad. No a la luz de un circo mediático y una justicia fallida y viciada, que pretende avanzar sobre los derechos con total impunidad. No vamos a negociar democracia y libertades reales por caprichos y negociados de sujetitos que ostentan un poder que el pueblo les va a demostrar cuan endeble puede ser.
CFK #Partidojudicial #Tuodionosperjudicaatodos #Derecho #lalibertaddeprohibir #Enresistencia
Losfiscalesdelpicadito #Paraquemeencuentrelafederal #Hartayenalerta #DDHH #Mafiajudicial
Por Nancy Acosta Noriega.
Quienes crean que esto se trata de CFK, es por su inmadures en los conceptos de la república, donde no se perciben, por ende, las arbitrariedades que atentan contra los derechos del pueblo.
Quienes creen que esto se trata de CFK, es porque no logran interpretar que el derecho que no asiste a unos tampoco asiste a los demás, y en esto podemos con absoluta claridad y con gran consenso, definir que, si todos somos iguales ante la ley, todos debemos ser juzgados a derecho, y es lo que la provocación que condena a CFK con su consecuente proscripción no hace. También podríamos interpelar este cuasi-simple hecho jurídico, anteponiendo que, si tan sucio tiene el culo, ¿cómo es posible que no tengamos sobre la mesa una causa limpia, bien probada, ajustada a derecho, en la cual ningún ciudadano pudiese dudar de lo inconsistente y corrupto del sistema
judicial? Pero no siendo esa la antesala, lo que nos queda es la cuasi-confirmación de que el derecho es el instrumento malogrado para dar señales; uno podría preguntarse a quiénes, claramente no son al pueblo que de costado intercepta y bajo su propia jurisprudencia interpreta, a título personal más bien creo que es al poder financiero, bajo el mando del poder real, porque los negocios espurios necesitan de silencios, connivencia y acompañamiento de la mafia judicial.
Y al margen de lo que creamos, lo que sí sabemos, es que sobre CFK, se han descosido los récords de persecución, violencia, cosificación, estigmatización, etc. No voy a apuntar a su condición de mujer por sobre su condición de patriota soberana, creo que su capacidad de enfrentar el poder real dilapida canales necesarios para que la Patria sea desguazada, endeudada, vendida, entregada, aniquilada; conclusión a la que arribo en base a las estadísticas de los sistemáticos ataques que contra ella se organizan y que no tienen correlación alguna con ningún otro u otra líder político en el mundo.
Esto no se trata de dogmas partidarios, de simpatías políticas, de afinidades de creencias, o de una mujer cualquiera, porque el hecho en sí mismo excede a una dirigente partidaria y a una representante indiscutible de la política argentina sea del color que sea; en ese exceso quienes quedamos a merced de la injusticia, del avasallamiento de derechos y la falta de garantías somos la totalidad de los ciudadanos. Esto se trata de defendernos y plantar bandera contra el autoritarismo que impone el actual gobierno, que intenta con métodos cuestionables disciplinar a un pueblo que estará en resistencia mientras sea hostigado, engañado y maltratado. Y contra la clara obsecuencia del poder judicial que debiera darnos la tranquilidad del respaldo de la justicia justa y no la vergüenza de su accionar.
Y sí, la patria es el otro. Por eso hoy, el repudio a una justicia sucia y corrupta debe ser absoluto.
Para algunos, en las marchas o en las redes serán carteles de “Cristina es Argentina”, para otros será “Todos con Cristina”, para otros en cambio será “El pueblo no se arrodilla” o “La democracia no se negocia”. Pero si no accionamos a tiempo, lo que para todos será es que, “No hay democracia posible con un poder judicial in-parcial”. Y no, no es que la democracia sea el mejor sistema del mundo, pero es el que elegimos.
