Como ex concejal capitalino, dirigente político y ciudadano quiero expresar mi desacuerdo con el potencial cierre de las delegaciones de ANSES en el interior de la provincia de Catamarca.
La decisión del Gobierno Nacional de clausurar la atención en lugares como Saujil, Andalgalá, Tinogasta sumado a la confirmación de que ya no funciona la sede de Icaño, muestra una desconexión alarmante con la realidad provincial representando un retroceso en términos de accesibilidad a los servicios gubernamentales, sino también una falta de consideración hacia las necesidades de la población local.
Es evidente que las distancias entre los diferentes departamentos de Catamarca complican el acceso de los ciudadanos a los servicios de ANSES dejando a algunas localidades desconectadas y a muchos kilómetros del sistema, generando tanto dificultades económicas y logísticas para trasladarse hasta la capital provincial para realizar trámites en la casa central de ANSES.
Esta decisión es carente de sensibilidad y empatía hacia la realidad y las necesidades de la población, seguramente dada la crisis económica que estamos atravesando, una persona va a priorizar un plato de comida a trasladarse hacia la capital para realizar un trámite previsional, que además requiere de múltiples presentaciones sumado al elevado costo del combustible y pasajes.
Esta falta de acceso a los servicios básicos como los proporcionados por ANSES seguirá profundizando la brecha de desigualdad y afectará el bienestar de los ciudadanos más vulnerables.
Los despidos en el organismo y la incertidumbre sobre el futuro laboral de muchos empleados aumentan la tensión y la preocupación. Es lamentable ver cómo decisiones políticas afectan directamente a los ciudadanos y a los trabajadores que cumplen una labor fundamental en la prestación de servicios públicos.
Es imperativo que las autoridades gubernamentales reconsideren esta medida y busquen alternativas que garanticen la continuidad de los servicios de ANSES en el interior de la provincia de Catamarca.
El acceso equitativo a los servicios básicos es un derecho fundamental de todos los ciudadanos y cerrar delegaciones en áreas rurales y distantes solo genera más desigualdad y dificulta el acceso a ese derecho.
Es momento de escuchar las voces de la comunidad y tomar decisiones que realmente beneficien a todos los catamarqueños.
Defendamos las políticas públicas con un Estado al servicio del pueblo, sin olvidar que la función de los dirigentes es velar por el bienestar de la comunidad y no pregonar un doble discurso en donde la ética y la moral se esconden en el cajón de algún escritorio.
Aldo Cancino – Dirigente Político