Los catamarqueños volvieron a ser estafados, nuevamente, ¡por la política! Esa misma que campaña tras campaña promete y no cumple, y peor aún, estafando en tiempos donde la economía asfixia.
Hace unos meses, el gobierno provincial vivió un tenso momento por la culpa de una empresa que llegó a la provincia, con todos los beneficios posible (beneficios que muchos laburantes catamarqueños no tienen), para que al final, la empresa (Textil.com) de un día a otro, decidiera cerrar todo e irse. Y cuando se quisieron ir, literalmente, se quisieron llevar hasta maquinaria que era del Estado (o sea, de los catamarqueños).
Para subsanar ese mal negocio, la provincia consiguió otra empresa (Mon Sport). Seamos sinceros. Pasó prácticamente la misma historia que la anterior.
Pensemos que puede fallar, no toda política es perfecta, si no lo son los políticos, no creamos en milagros, pero ya no debería fallar, y sucede nuevamente lo mismo, estamos en una situación donde los políticos de Catamarca están de adornos.
Sería muy fácil deducir que a nuestros queridos gobernantes no les interesa absolutamente nada, o para el empresariado argentino, el político catamarqueño tiene un cartelito en la frente de “Político bobo”.
La ventaja, el político de turno puede dormir tranquilo todos los días, porque su hijo noqui tiene futuro. ¿y donde más?.
Lo de ponzi, resulta siempre, pero siempre, en una estafa, justamente como algunas políticas que lleva adelante el gobierno provincial.